viernes, 4 de marzo de 2011
Tiemponuevo
Se deshojan las horas
como el vino evaporado de tu copa
como deshojados capullos
cansados de la lluvia blanca
que remece los blancos sueños
despeinados de sus pétalos
Era feliz
abrazada por las nubes
redondas como ojos del asombro
y por el frío tapiz de un cielo claro oscuro
que precede al silencio
cuando el miedo es solo un gemido de las sombras
Hoy vuelve el viento a barrer en las ciudades
todo vestigio de aliento que iluminó el suspiro
exhalado de tantas bocas calladas
Un nuevo sol
es una estrella descolgada
que mira en las ventanas
multitudes de naufragios
devorados por la inercia
Y el ayer encerrado en el ocaso
de una noche eterna
parece resucitar
cuando el tiempo aprendió
a no temerle a los espejos
© margarita parada palma
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