jueves, 1 de julio de 2010

Simplemente


Cae el silencio.
Como una melodía oscura y ajena
que se extiende por los vértices
de mis dedos rotos.
Y los uno, al centro
de mis ojos.
En una noche eterna
que se baña en mis sueños
como una sombra de nácar
de una lluvia de lunas.

Amo tu abrazo.
En la quietud que me regalas
cuando te encierro en mi memoria
que se muere en cada día.




Margarita Parada Palma.
(D/R)

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