
Te amo sin horas
sin grandes palabras
ni voz que pronuncie tu nombre
Con mi vestido nuevo
ese azul que te cautiva
y una flor pintada en el pecho
Cuando la noche se duerme en el río
y asoman del musgo alegres los peces
A mis amigos, todos tripulantes de mis sueños, emprendamos un vuelo hacia donde las letras se conjugan con el infinito, en una sínfonia de luces.
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