martes, 29 de junio de 2010

Canción de lunas


Duerme mi corazón
colmado de inviernos.
Muchas lunas y soles sombríos
mordieron la espera de una madrugada.
Muchas distancias quebraron sus alas
cómplices del silencio.
Hoy me visto de azul y esmeralda
con los ojos abiertos
tatuados en los muros de la noche.

Nada queda
Y nada he de hacer
observo en mi sombra
como se cierran heridas
como se fugan las hojas de olvidos
en la hojarasca de un cielo rojo
donde nos duele la vida
y se contenta la muerte.

Aún así,camino.
Soy amiga de la lluvia.




Margarita Parada Palma.
(D/R)

lunes, 28 de junio de 2010

Hoy


La noche alguna vez
fue guarida que arropó tus pasos
cuando en penumbras
se arrodillaban las estrellas.
Hoy se anidan mis brazos
a la última palabra abandonada
que devoró el silencio
en una madrugada llena de pájaros.

Alguna vez
seremos lo que ahora
no pudimos ser.

Afuera el sol, acaricia mi ventana.




Margarita Parada Palma.
(D/R)

martes, 22 de junio de 2010


No hay maravilla mas grande
que la que canta dibujando su camino...
Cae formando surcos de plata serpenteando sus encuentros
pura, transparente, silenciosa y rauda
se aloja en su destino.

Abrazada por la tierra.
Germina el verde. Nace la vida.
A ti gota de agua...

Una y otra vez,

cimbro mi esperanza.




Margarita Parada Palma

Ni mil lunas...
Ni mil soles...Solo yo de frente,sin maquillaje
Detrás la noche se desviste en su guarida
Y la tarde que escapaba
Me espera...






Margarita Parada Palma

viernes, 18 de junio de 2010

Transitando


Mi barco está lleno de gaviotas
que han venido de puertos lejanos.
Cientos de alas flotan
agitándose en el aire
como banderas blancas.

Y yo sola
atada a la prisa de la tarde
Sin rostro
ni cuerpo,
ni manos
que recorran mi silencio
Y enciendan con candelas
el sonido de mi canto.

Se fugan
deshojadas las palabras
en respiros desvestidos de tristezas.
No hay lunas,
ni estrellas
ni nubes
que esparzan la neblina de sus lágrimas.

No habrán mas trinos adentro de los pájaros
ni inviernos convertidos en poemas
cuando los muros tatuados de nostalgias
desmoronen las cenizas de tu ausencia.

Y lloraré.
Lloraré
Hasta borrar los miles de soles
que recuerden tu perfume
si en la noche, se desnuda tu sombra.




Margarita Parada Palma
(D/R)

lunes, 14 de junio de 2010

La muñeca de trapo


Una mañana calurosa cuando el ambiente sofoca y la humedad adhiere la tela delgada del vestido a la piel sudorosa que ni los ventiladores encendidos logran aplacar, me encaminé lenta, respirando con dificultad, el aire caliente que anunciaba el verano. A la casa de la de la abuela, que quedaba a pocos metros de la mía, situada en una esquina rodeada de rejas verdes y dónde las enredaderas trepan por los muros, olvidando el color inicial de las paredes de la fachada.
Allí, ya en su interior espacioso y antiguo, lleno de polvo en suspención, que indiferente va cubriendo estanterías, espejos y muebles tapados con gruesas telas, empecé mi recorrido de siempre la entrada por el zaguán, luego el living, los cuatro dormitorios y avanzando por un sombrío pasillo una escala que lleva a un altillo cerrado con un candado. Muchas veces, por la prisa o el desgano, volvía mis pasos y lo dejaba para después. Esta vez decidida, abriendo la pesada puerta de roble entré.
Me he preguntado muchas veces por el destino de esta casa muda testigo de su historia entre óxidos y olvidos...
Y en otras generaciones también pasadas, hoy en mi poder, dejada en herencia y la cuál visito rutinariamente para comprobar que todo sigue en orden.
La casa de la abuela con su perfume de antaño aún vibrando en el aire, se aprisionan múltiples vivencias. Los retratos colgados,en las desteñidas paredes de papel floreado parecen mirar con ojos inquisidores mis tímidos pasos atemorizados que avanzan presurosos en un ambiente cargado de soledad.Contemplo los pesados cortinajes murmurando su letanía en sus propios pliegues y melancólicas telas de araña balanceando sus hilos de plata por los húmedos rincones.
Avanzo rápida para inventariar algunos muebles que apilados desde sus rincones duermen
su letargo eterno. Por ahí semi oculto por cajas de cartón y artefactos rotos, aparece un viejo baúl de caoba con las visagras mohosas apenas cerrado ya que con tantas cosas a medio salir de su interior le impiden cerrarse completamente dejando un halo de luz en su cavidad.
Escarbando, su numeroso contenido de recuerdos que dormitan con el tiempo y entre trajes de seda encajes; sombreros; bolsitas con naftalina llego al fondo sintiendo aferradas a mis manos un cuerpo de muñeca. Una muñeca de trapo, que cautiva en su interior luchaba por salir a la superficie.
La mirada de sus ojos redondos, claros se posan en los míos y al verla sucia desgreñada con un zapato menos y en el desorden de sus bucles de oro, una cinta a medio amarrar, ahí mi corazón se detuvo en el tiempo. La Pepa, mi muñeca primera, la ilusión de mis cinco años en las manos de mi abuela, primorosa ella, con su vestido rosado y las cintas que colgaban graciosamente de su cabello y en el ruedo de su vestido de percal.
Muda compañera de tantas historias compartidas, la que aceptaba en silencio mis arrebatos de mal genio y en mis noches ya de adolescente fiel testigo de mi llanto sofocado apretada a mi almohada confidente de mis desencuentros amorosos.
O, cuando en las tardes frías de invierno su cuerpo suave de trapo se acurrucaba junto al mío
en un tierno abrazo compartido.
Ahora después de tantos años, su mirada complice parece decirme "Si soy yo...estoy aquí....te estaba esperando..."
La pepa sin ser hermosa era la mas bella, pasó largo tiempo ocupando un sitial preferencial en mi dormitorio.
Con los años fué desplazándose a otros lugares mas ocultos sobre todo cuando mis amigas con sus
chácharas juveniles llenaban de risas mi cuarto.
La pepa que en el día previo, a mi matrimonio se insinuó suplicante entre las cosas que preparaba para llevar en mi maleta y en un acto inexplicable de soberbia, sentí el impulso de tirarla a la basura como un patético deshecho, algo detuvo mi mano y quedóse quieta perdida en el olvido.
Pasaron los años con la premura que tiene el tiempo en los ojos y en la risa, que finamente también terminan por correr veloces. Nunca mas la ví, olvidé su existencia que nutrió tantas horas y momentos de mi vida.
Hasta hoy en el baúl de la abuela, lentamente y acunándola en mis brazos, murmuré una callada súplica de perdón, por mis desmanes, el olvido y el desamor.
Y entonces en sus ojitos dibujados de azul profundo, brilló la luna.
Y una sonrisa de gratitud cansada, bailó en su boca, una mágica, constelación de estrellas.....



Margarita Parada Palma.
(D/R)

Hay aires de espera, en la tarde que anochece...
La luna inició su caminata por los parques de ausencias
Algunos faroles se perfuman con el roce del olvido...
Y brillan tornasoles las plumas de los pájaros de sombras.
Es la hora del silencio.

...Pero hay tanto ruido en la oscuridad....




M.P.P

Fugas


Dónde muere el silencio
si se fugan las palabras.

Eres y no eres,
un respiro que libó mi aire.
Bulle la tormenta
son resquicios que han quedado
de un mudo amanecer vestido de luz
supurándose en el alma.
Como el barco que alucina al faro
rompiendo olas detrás de cada niebla.

Un llanto gótico desafía a las estrellas
humedece las paredes
que claudican en mis ojos
Nace un verso sin música que lo sostenga
rasguñando las cenizas
que quedaron en mis dedos
cuando se calcinó el sol.

Nada, nada que hacer ya...
Pasará.Y vendrán otros soles
renacidos de otras lluvias.
De otros tiempos...
De otros momentos.




Margarita Parada Palma
(D/R)

sábado, 12 de junio de 2010

Renaciendo


Mi templo se ha vuelto un pájaro
Cansado de trasmutar cantos
Vuelo.
He sentido,he buscado, he vivido
como el viento abierto
apagado del olvido.
Renaciendo en tu recuerdo.

Alguien pronuncia mi nombre.
Es tu voz
que insiste en alcanzarme.
Como en los sueños, que sueño.




Margarita Parada Palma
(D/R)

viernes, 11 de junio de 2010

Entre nieblas


Aunque es mañana
cantan los pájaros nocturnos
la claridad es solo un sueño
que duerme a mi lado.
Busco el calor de tus alas
Ríe mi sombra.

Entre tu mirada y la mía se enamoran
las distancias.

Afuera.
Habla el silencio
Un estallido de soles se suicidan
estrellándose en los muros
de esta noche nuestra.

Mientras lejana la luna
tiembla
y cimbrando las pestañas
se abraza a mis latidos.




Margarita Parada Palma
(D/R)

jueves, 10 de junio de 2010

Noche


Alguna vez
Cuando el aullido de una loba
rasgue la noche de la luna.

Y un canto sin palabras
ronde el miedo de mi misma.

Y las campanas escarchadas
de nostalgias, vuelvan a ser sombras
pariendo ebrias los silencios.

Caminaré descalza tus orillas
buscando
el beso alado que beba mi memoria.

Entonces.

Volaré contigo, amor
hasta cerrar tu amanecer
dentro de mis ojos.




Margarita Parada Palma.
(D/R)

miércoles, 9 de junio de 2010

Un hombre, un niño


No eres soplo
ni latido.
Rompes las cadenas
atas el silencio
a la órbita de cientos
de figuras quebradas
esparcidas por el aire
como un lienzo de Chagall.

No saben tus ojos de tristeza
escriben con la tinta del olvido
en las dos caras de la luna.
Y respiras la noche
en la madrugada imaginaria
de quien siempre
vive en una fábula.

Amas el espejo reflejado
de tu sombra
donde desbordan las palabras
de las horas sin tiempo.

Brillan tantos luceros
en tu mente y se apagan.
Como se apagan las estrellas
en los paisajes sin plasmar
de un recuerdo sin memoria.

Y yo quieta
Veo y escucho un murmullo
casi un susurro
triste y balbuceante
en el hueco vacío de tus alas.

Y soltando las amarras
invisibles de tu abrazo
se desliza con asombro
un par de ojitos de vidrios
y el bordado de un Te quiero.
Es tu juguete de la infancia.

Afuera ,un cartel dice.
"Horas de visitas...Solo los Domingos"




Margarita Parada Palma.
(D/R)

martes, 8 de junio de 2010

Desencuentros


Entre tu alma y mi alma
pesan como un canto
las huella de la tarde.

Caen los muros vendados
del silencio.
Desde mi, mueren las palabras.

Lloro en los pasillos del viento
oscila en la llama un suspiro de invierno
que teje el aliento apagado
de mi sombra.

Cantan los pájaros sus noches frías
Atan y desatan sus nidos a la luna.
Sueño despierta.
corriendo tras tu vuelo

Entre mis ojos y los tuyos.
Se levanta el mar del desencuentro

Detrás,el infierno...Toda la noche.




Margarita Parada Palma.
(D/R)

lunes, 7 de junio de 2010

El color de la muerte


Cuando leo los presagios
que se escriben en la espalda
de los cuervos descolgados
de las sombras.
Cuando las estrellas escondidas
de la noche.
Arrojan sus metáforas al vientre
temeroso de la tierra como un canto
descarnado.
Germina jadeando en la miseria
la ambición desmedida de la fuerza
disfrazada de esperanza.
.
¡No a la guerra....Si a la paz!
Es el lema que se escribe sin fronteras.

Y el paisaje se pinta con el miedo.
El siseo apocalíptico de la víbora
se aferra en las tinieblas
con los puños apretados
vibrando entre las fauces el filo
de la lengua bífurcada.
Se agita el mal como despojos
sedientos rugiendo en la violencia.
Pintan los muros las consignas rojas y azules.
El pan olvida la mirada sagrada del día.
Los ojos acerados de un monstruo de metal
se pasea por las calles apuntando
sin piedad a las siluetas mimetizadas
con el espanto.
Mientras las alas de un gigante
deja caer la respuesta del infierno.
Miles de vidas una tras otra caen
mutilándose en los sueños.
El aire se hace irrespirable.
Un río de sangre serpentea tiñendo
de púrpura con su paso a los dioses
que custodian los caminos.
Y un río de sangre, arropado de lamentos
se cierra en el grito desgarrado
de un nuevo amanecer.

"A la conciencia de aquellos poderosos
que juegan con la vida de millares de inocentes."



Margarita Parada Palma.
(D/R)

domingo, 6 de junio de 2010

Confidencias


Cuando veo los brazos del sol
chocar en mi ventana
Cuando siento la caricia del viento
como barco sin memoria
desatando en mis latidos
el fantasma del rocío como una boca
húmeda y sedienta.
Vivo.

Respiro y Vivo.

Respiro.
Para tensar el tiempo que separa de tus pasos
cuando vienen en la huella de los ríos
como arboles alados
levitando en el bostezo de los faros.

Vivo
en el beso deshaciéndose en mis labios
entre la luz y la sombra
entre las letras y sus pausas
escondidas en tu canto.

Y cansada de soñar tu sueño
que se acuesta en mis pestañas.
Desato las amarras de los pájaros cautivos
durmiendo en un lamento tan azul como la tarde.

Y entonces.
El sol lloverá lágrimas
y la noche caerá sonámbula en la tierra
cuando mi cuerpo se desprenda de tu abrazo..




Margarita Parada Palma
(D/R)

viernes, 4 de junio de 2010

Tarde en el ruedo


La tarde parece despertar
de una larga sinfonía de colores
como una bandada llena de pájaros
inquietos tapizando hasta el horizonte
el cielo lleno de promesas.

Un círculo perfecto reluce en el ruedo
aires de fiestas perfumes mezclados
parecen convivir desde tempranas horas.
El sol se sienta en las pestañas
de los que esperan ansiosos el espectáculo.

Agoniza el último toro,
él , desde siempre un enamorado de la luna
lucha hoy, con toda su voluminosa carga
ante el enjuto ser, que voltea la capa y la espada.
Su instinto de guerrero soporta bestiales dolores
un arpón acerado remueve sus carnes abiertas
como suspiros en los capullos de las rosas.
Lo invade el miedo,torpe,ingenuo,desesp
erado
embiste la mancha que acosa su cansancio
el vértigo de los segundos libera una tragedia inminente.

¿Que mano inexplicable amenaza con su vida
ante la mirada implorante del que busca una respuesta?

El color de la sangre se rompe en las arterias
y en los huesos provocando certeras hemorragias
empañando cataratas de piedad en sus ojos casi ciegos.
Las seis banderillas enhiestas flamean apuntando las heridas
que se agrietan serpenteando como ríos sin destinos
escurriendose por la piel martirizada.

Canta el aire una canción de cuna.

Las manos y los gritos
se alzan al viento como banderas culpables.
Lucha y sigue luchando agonizante y gimiendo
es la vida que se escapa.
La espada penetra alcanzando a sus pulmones
que lo ahoga en su propia sangre.
Aún así, sus ojos en penumbras
ya vencidos, se cierran al sudor de unas lágrimas rebeldes
que buscan en su angustiado corazón, ser un sueño libre.
Y la victoria de su vuelo,
rompe al fin en pedazos,lo que queda de la tarde.



Margarita Parada Palma.
(D/R)

miércoles, 2 de junio de 2010

Aquí yace mi sombra


Tu luz...Como un cristal de vientos.
se escribe en la oscuridad
de mis naufragios
donde se mueren las horas
ahogadas, en el faro de mis penas.
Palabras tras palabras
se agitan como gotas luminosas
como dos grandes palomas
dibujadas en las sombras.

Afuera el sol...
Dejó sus cabellos luminosos.
Escapó de los recuerdos
insistiendo en jugar a ser la noche
y caer hecho pedazos.

Y aquí escucho tus pisadas
en el umbral de mis latidos
como una puerta sedienta
dejando en la salida, tus huellas
escurriendo de mis lágrimas.

Aún respiro un poco de ti...
como un pájaro adentro de un canto
para purificar los murmullos
empapados del perfume
que cruza la memoria de un barco triste.

Aprendo en cada día
que las palabras tienen alas
y no vuelan.
Que un grito es la saeta de una herida
que germina en las raíces de la tierra.
Que el tiempo,prende fuego
o rompe las cadenas
en la inercia errante de un segundo.
Como un relámpago celeste sin destino
fraguado de tristeza.

Aparte de mi misma...Nada espero
ni nada vibra entre mis manos
ni en la ruta que me lleva
hasta mis huesos.
Solo abrazarme en el silencio de la niebla
desgarrada de mi pecho
que se incendia ...Cuando cae sin mi voz.




Margarita Parada Palma.
(D/R)