
El cielo jugaba
a ser limpio
Y yo volvía a ser árbol....
Cuando se fueron cayendo
uno a uno
mis sueños
en una espiral de suspiros...
¿Dónde quedaron mis alas
que empezó a liberar
el día?
Ni la inmensidad que abrazan
mis ojos
ni la pequeñez que arrastran
las horas
pueden romper
la quietud
de tanto celeste
en el aire.
Entonces, simplemente
y petrificada
como un pájaro entumecido
por el azul intenso
que hiere....Así...
en un enjambre de ramas
maquilladas
por el silencio
se fué quebrando
mi canto.
Margarita Parada Palma
(Derechos Reservados)
1 comentario:
Este poema obedece a la fotografía tomada este mes de Septiembre en la ciudad de Temuco.
Esa pequeña ave perdida entre las ramas fué el motivo de mi inspiración.......
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