viernes, 6 de noviembre de 2009

Desde un Madero


¡¡PADRE!!
Tú me miras tan callado
desde la corona de espinas
que te sostiene / y yo
estallo en preguntas
que tu tristeza no responde

Cuanta miseria veo pasar
en los minutos que el dolor
cierra mis párpados
cuanto lamento atascado
en el desgarro de un grito

Y quisiera descolgar tu cuerpo
dolorosamente abierto
perforándose en sus llagas

¡Tú!
Pudiste soportarlo todo
inclinaste el rostro sufriente
cuando las injurias
de todos los tiempos
cruzaron agónicas perspectivas

¡PADRE!
Mira a mis ojos/ necesito creer
que eres el Padre nuestro
que traspasas las fronteras
de mi propia incongruencia

Siento el golpe de la vida
acechando cada esquina
cuando el egoísmo humano
se baña en la fuente
tormentosa de tu sangre derramada
que aún/ tiñe el paisaje

Mira mis manos / temblando
no pudieron modelar
los sueños estancados
que anidaron en mi alma

Y yo ¿Quien soy? / Dime
en esa lágrima cautiva
que amenaza por caer
agotando tu cansancio

Estás aquí suplicante
vuelto de nuevo / a la vida
vuelves en cada lamento
vuelves en cada alegría
Y mi voz / se pierde en las sombras
camina / hoy por las cimas del viento.

¡PADRE!... ¡PADRE!


(Margarita Parada Palma)
(Der Reservados)

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