Movimientos que permanecen
miradas sin tiempo
como las aves de paso
que se caen desde el cielo.
Colores que se van fraguando
en los rincones oscuros
dónde despierta el alba.
El vaiven de los sentidos
se va y viene
con el ritmo desfazado
del momento
como algunas palabras
que fluyen intencionales
y recorren huellas
ya recorridas
Mientras los brazos de un reloj
marcan su tedio
en la inercia del silencio.
Mas allá
La luz se derrite en el umbral
de una ventana.
Y yo acá
en una pequeña banca
tan perdida que parece
mimetizarse en el tropel
humano
Y espero que vuelva
al pasar el viento.
Espero que vuelva.
Margarita Parada Palma.
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