miércoles, 26 de mayo de 2010
El caos de los vientos
Algunos gritan sin saber
porqué lo hacen
descontentos de todo
mirando por el ojo de la noche
a diestra y siniestra
vociferando las rabias sucias.
No hay nada de nada
ni trabajo ni las ganas de mover el cuerpo
ni levantar la mirada ante el sol
de una mañana.
Hay que protestar señores....
Hay que protestar.
Esa es la consigna que resfriega las masas
que viven asesinando las horas
desconformes de su propia inercia
es mas fácil esconder la cara
A veces...Que darla limpiamente.
Esconder las manos que propinan golpes
para no ver la sangre coagulada.
Esconder el alma
carbonizada de tanto pensamiento negro.
Otros lloran
gimiendo hístericas vivencias
en las muecas de la locura
que abofetea el viento.
Es la lluvia temprana, que no moja
o moja hasta empapar el alma.
Arremolina tu instinto
a las tormentosas aguas sin cauce.
Entonces...
Lucha contra todos
rebélate... Golpea tu silencio
saca la asquerosa podredumbre
con que tapias las puertas y las ventanas
de tu casa clausurada.
Hasta que los pájaros se tornen oscuros
flotando en una aureola de plumas
como las maldiciones que se escapan
de las sarcásticas bocas
que olvidaron la risa espontánea.
Grita si eso te alivia
azota tu cabeza en un muro
muérdete las manos
pero calla....Haz silencio
y aquieta tu mirada extraviada
si en el día, se duerme un poema.
Margarita Parada Palma.
(D/R)
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