martes, 4 de mayo de 2010

Ojos profundos


El sol rompió el atardecer
entró como saeta anaranjada
irrumpiendo la calma dormida
de los arboles.
Sopló hasta las montañas
siguió su curso por el agua
cantarina, sonriente
jugando en la rivera.
Finalmente descanzó
en la dureza de una roca
que no dejaba de gemir
¿Dónde estoy? Dónde me llevas??
sollozaba..
El sol sonrió enternecido
cogió su rostro húmedo
susurrando cálido su aliento
Estoy abrazándome a tu vientre
a tu paciencia infinita
al fulgor gris de tu mirada
y al brillo luminoso que dejan las olas
cuando amorosas te bañan..
Sonrojóse al límite la roca
estiró sus carnes ya cansadas
cerró los párpados de piedras
lo acunó en sus ojos infinitos
y el soplo azul que se escapaba
estalló en melodías por sus poros.
Quedó así dibujada la tragedia
como un llanto que agotó sus lágrimas.
Entonces....
Un rayo luminoso
acunándola en su pecho
rompió en un grito desgarrado
de fragmentos que aún temblaban
encendidos.
Cinceló con fuego unas alas
consumidas en cenizas como un fénix
cuando incendió en su boca
el beso que liberó a su alma.



Margarita Parada Palma.
(D/R)

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