viernes, 19 de junio de 2009

AUSENCIA



El dolor de la muerte física, está siempre presente en cada uno, cómo la vives, cómo la superas, como cada día va apareciendo y a la vez transformándose en un recuerdo, presente.

A MI QUERIDA MADRE , QUE UN DIA DE SEPTIEMBRE , LOGRO DETENER, EL TIEMPO.


Mamá,

No sé si hoy mi llanto desgarrado
conmueva a las estrellas,

buscando una respuesta que no llega,
que ya no llegará,

y el dibujo de tu cuerpo,
madre mía,

emerge de la tarde,
meláncolica,
sin olor a ruidos,
silenciosamente, triste.

¿Dónde están nuestros proyectos,

nuestras ilusiones
nuestras metas,
nuestros recuerdos?

Mamá, ¿En que barco,
traspasaron la barrera de los sueños,
y del tiempo?.

En cada rostro,

creo ver tu mirada eternecida,

En cada hebra de plata,

la suavidad de tus cabellos,
y tus manos, grandes, abiertas,
generosas en caricias,
recorriendo mi cansancio.


Mamá, mamita,
donde mirar,
sin verte, dolorosamente ausente,
sollozando mi alma por tu ausencia,
brutalmente lejos de mi,
y de mi vida.

Yo aún te busco en las sombras escondidas,
en la sonrisa blanca
de un espino,
en las cuentas del rosario,

y en las flores dormidas.


Yo, aún te busco,

sin querer reconocer que ya te has ido.

Es que el tiempo del encuentro,
está llegando.
Y yo estoy sola, mamá,

muy sola !

esperando.



Margarita Parada Palma

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