
Si alguna vez,
el oscilante vuelo de un ave
hace vibrar tu ventana,
¡No te asustes!
es mi canto,
que hizo un descanso
en su viaje,
para besar a tu alma.
Margarita Parada
A mis amigos, todos tripulantes de mis sueños, emprendamos un vuelo hacia donde las letras se conjugan con el infinito, en una sínfonia de luces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario