A mis amigos, todos tripulantes de mis sueños, emprendamos un vuelo hacia donde las letras se conjugan con el infinito, en una sínfonia de luces.
viernes, 19 de junio de 2009
Si alguna vez, el oscilante vuelo de un ave hace vibrar tu ventana, ¡No te asustes! es mi canto, que hizo un descanso en su viaje, para besar a tu alma.
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