domingo, 28 de febrero de 2010

Richter, grado nueve


¡Y de pronto!...Acomodando
los latidos en su vientre
la tierra azota su furia
destoza,traga y mutila
todo aquello que ose
interrumpir su pasada.
Y a tajo abierto se desgarran sus entrañas...
Dormía la luna,en un cielo cálido
de verano.
Algunos pasos caminaban de regreso a casa.
La mayoría, soñaba mirando a las estrellas.
Y aparece bruscamente agazapado
entre las sombras. El ruido...
ensordecedor y siniestro desde su centro
en vaivenes violentamente espasmódicos
paralizando de terror a las victimas
que corrieron agarradas de cualquier parte.
Casas, autos, puentes, calles
devorados sin piedad se deshojaron
como pétalos marchitos
atrapados en su siniestra sonrisa.
La noche aún no despertaba su letargo
y estremecidos por el grito del silencio
los pájaros volaron enloquecidos
ante el ruido que partía a las estrellas
luego la quietud...
La noche llora sus tinieblas
Moles de cementos claman de rodillas.
Nubes de polvo ,tierra y sangre
pintan el dantesco escenario de la vida
vida que de a gota se desangra en el pavimento.
Y las llamas a lo lejos bailan su danza retorciendo
los escombros.
La muerte empaña las miradas
y el sello de agonía se estremece entre los labios....
una oración a medias dicha rueda desolada
como cuentas de un rosario.
Espanto,angustia,desamparo
Trilogía de un estremecedor amanecer.
Hoy...acá el infierno gime en el trasluz
de un humo enlutado.
Mas allá unos pasos se levantan.
Caminaremos.... Si caminaremos
levitando en la fuerza a la esperanza.
Un dia mas... Un mañana quizás...
Hoy, sólo resbalan las lágrimas.
en el dibujo de una cara
demasiado triste para pensar.




Margarita Parada Palma.
(D/R)

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