Soy como una sombra
que vaga sin destino
Claudico en los momentos del día
cegada por la luz
que se rompe fragmentada
cuando la tarde extiende
su manto de oquedades.
Vaga azul mi pensamiento
en el monólogo extático
de orgásmicos matices
desprendiéndose del néctar de las flores
que no quisieron morir.
Entonces
Vibran en el aire todas las historias
que una vez fueron la vida.
se atan como un paquete de penumbras
que vuelcan su alimento
en las fauses del abismo
que babea sus fermentos.
Nada ni nadie detiene el camino
el fin está cerca... Perfilado, pavoroso
olfateando el calor de la sangre
un humo retorcido inicia un baile
galopa sobre místicos rituales
rasgando el temblor de mis vestidos.
Laten todos mis impulsos ¡YA!
en el grito lacerado que se ahoga
en mi garganta
y busco en mi mirada clausurada
por el miedo
un resquicio de luz en los escombros.
Y... Es la luz escondida en un rezo
de mi infancia
que al fin....
Abre mis ojos.
Margarita Parada Palma.
(D/R)
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